Control visual en la construcción: gestión de proyectos con Last Planner y tableros visuales

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Los proyectos de construcción son notoriamente impredecibles. A pesar de una planificación meticulosa, los problemas imprevistos y las condiciones dinámicas del sitio a menudo descarrilan incluso los cronogramas mejor intencionados. Para afrontar esta realidad, son esenciales mecanismos eficaces de control in situ. El Last Planner System (LPS), junto con técnicas de gestión visual (específicamente, tableros de planificación a corto plazo), ofrecen una forma colaborativa y transparente de gestionar el trabajo en la construcción eficiente. Estos sistemas no solo crean planes; permiten a los equipos controlarlos y adaptarlos en tiempo real.

La necesidad de control visual

La gestión de proyectos tradicional a menudo se basa en cronogramas estáticos y directivas de arriba hacia abajo. Sin embargo, la construcción se nutre de la flexibilidad y la respuesta inmediata. Las condiciones del sitio cambian, los materiales llegan tarde y ocurren enfrentamientos inesperados. Sin un sistema que permita una evaluación y un ajuste rápidos, los proyectos rápidamente se quedan atrás. Aquí es donde los paneles visuales se vuelven invaluables. Transfieren el control a las personas que trabajan sobre el terreno, donde puede ser más eficaz.

Cómo funcionan los tableros visuales

Los tableros de gestión visuales, como los utilizados en el proyecto del Metro de Londres, proporcionan una comprensión clara y compartida del trabajo que se avecina. Estos tableros generalmente cuentan con columnas que representan áreas del proyecto (ubicaciones) y períodos de tiempo (días, turnos, semanas) para una anticipación de tres semanas. Los contratistas utilizan tarjetas codificadas por colores para registrar sus actividades, incluido el área de trabajo, la fecha, la mano de obra y la duración.

El código de colores se alinea con el cronograma maestro (por ejemplo, azul para concreto, rojo para electricidad), lo que facilita la identificación de dependencias y posibles conflictos. Cada día, el gerente de construcción revisa el progreso y voltea las tarjetas de actividades completadas para revelar un reverso verde. Las tareas incompletas siguen siendo visibles, lo que obliga a una replanificación inmediata.

Más allá de las tarjetas de actividades, los contratistas también las utilizan para señalar problemas que requieren atención de la gerencia. Esta comunicación proactiva garantiza que los problemas se aborden antes de que se agraven.

La evolución del control

Al principio, estos tableros suelen llenarse de “tarjetas de temas” a medida que los equipos aprenden a identificar y comunicar los desafíos. Con el tiempo, a medida que los contratistas mejoran su planificación, los tableros se vuelven más limpios y la mayoría de los problemas aparecen en la tercera semana. Esta progresión maximiza el tiempo disponible para la resolución de problemas.

El objetivo final es que los contratistas autogestionen sus actividades, identificando y resolviendo problemas de manera proactiva antes de que afecten el cronograma.

Beneficios del control visual

La implementación de tableros de gestión visual ofrece varias ventajas clave:

  • Mayor coordinación: La visibilidad compartida promueve el diálogo entre contratistas.
  • Control facilitado: El tablero actúa como un punto central para seguir el progreso.
  • Resolución proactiva de problemas: Los problemas se detectan tempranamente, lo que permite una intervención oportuna.
  • Conflictos reducidos: La visualización de dependencias minimiza los conflictos entre los equipos de trabajo.
  • Calidad mejorada: La resolución proactiva de problemas reduce los errores y el retrabajo.

En esencia, estos tableros fomentan una cultura de pensamiento preventivo, donde los equipos anticipan y resuelven problemas antes de que interrumpan el proyecto.

El control visual eficaz no se trata sólo de seguir el progreso; se trata de capacitar a los equipos para que se adapten, colaboren y entreguen proyectos a tiempo y dentro del presupuesto. Al trasladar el control a la primera línea, las organizaciones de construcción pueden superar la imprevisibilidad inherente de la industria y lograr resultados más confiables.